Antes de opinar recuerda que tú has venido hasta aqui y que yo no te he invitado.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Angustia.

 Hace un par de noches soñé que mi casa se incendiaba, de forma curiosa, ya que no vi ni una llama, sólo ceniza incandescente. Lo realmente preocupante de aquel sueño es mi pasotismo por el inmueble y la vida ajena (no se me ocurrió pensar en rescatar a nadie). Sin embargo, corrí sin pensarlo, y a sabiendas del riesgo que suponía, a socorrer el papel en el que escribo. Sólo pensaba, y me angustiaba saber que fuese a morir como una preescritora más, como otra más que escribía en papel arrugado sus agrietados y difusos sentimientos. Una mente más, perdida en el barullo de esta vía que nadie podrá saborear. Sólo esa chispeante ceniza apreciaría la frágil mente desviada.
 Nadie más. Nunca más.

martes, 11 de noviembre de 2014

Gracias no hay de qué

'Grita más veces con palabras que es un placer escucharte' me han dicho.

 Creo que ahora no puedo escribir porque inundaría mis letras de un sentimiento tan puro, tan agradecido... Se hallarían inevitablemente impregnadas por mi típica cursilería aterciopelada. Como supongo que estará pasando.

 Puedo cambiar el chip, que es algo en lo que llevo práctica. Y volverme a hundir sabiendo que realmente es ahí abajo cuando la inspiradora te sorprende. Un camino que ya me se hasta el mapa y ahora hablo de él con tanta fluidez que no me da tiempo a procesar las palabras. Es la monotonía. Y el precio por curarte más fuerte que la medicina. 
 Yo preguntaba si se me escucha cuando grito.

(Y ojo, que hundirse no es sinónimo de tristeza)

La muerte y otras sorpresas.

   "Y la inspiradora se enmascara para ejecutar una melodía que nadie entiende bajo una lluvia que calma mi mal." Alejandra Pizarnik



  Antes de acostarme leí un rato a Pizarnik y esta noche no he dormido nada. Cada vez que cerraba los ojos una imagen de ella me venía como si la hubiese conocido en carne y hueso, aunque es en esencia y alma (si la encontró alguna vez) como realmente la he sentido. Se me aparecía en ese mundo que no es real pero tiene más realidad que lo que ven tus ojos. En ese espacio o cuarto o cajón, como lo entendáis, Alejandra sólo se limitaba a mirarme para decir más de lo que me han contado nunca. Con su pelo corto y castaño, (más oscuros eran sus pulmones), mantenía la mirada más aterradora que jamás he visto y sufrido. No hacía más que decirme (o recordarme) la verdad. Poseía unos ojos tan llenos, tan espesa la mirada que agotaba aguantarla. Realmente notaba cómo mi pecho se iba resquebrajando y de mis ojos brotaba sangre, mientras ella implacable sólo fulminaba con la mirada sin decir nada y llenando sin embargo un silencio de palabras. Palabras que apretaban y me obligaban a abrir los ojos para no caerme de la cama. Pero al volverlos a cerrar la poetisa reaparecía y me dañaba con latigazos invisibles por la cobardía recientemente saboreada que había en mis actos.
 Entonces comprendí, que eso es lo que hacía Alejandra, aparecer en los sueños de sus lectores para alimentarse de su miedo y cortedad, recordando que nadie llegará a sentir la locura en tal grado como la suya, y nadie conocerá la muerte tan de cerca como ella. 
  Podría tomar esto como un reto de Pizarnik, y comenzar cavando mis ojos.


jueves, 6 de noviembre de 2014

Bien...

19 de octubre 
 Yo para caer en una trampa no necesito un caminito de caramelos, con sólo ponerme poema tras poema caigo rendida sin pensarlo...

21 de octubre
 Creo que la única zona de mi cuerpo con vida son mis pies. Supongo que por eso bailo y acabo comunicándome a través de ellos. No se, que cuando estoy nerviosa los muevo hasta que ellos se cansen por mi. Hoy me duelen.

25octubre
 He abreviado la fecha por no emborronar todo de cosas innecesarias. Qué fácil, soplar y que se vaya todo lo que moleste. Creo que me quedaría sola y sin casa.

30octubre
 La gente cuando se ríe, ¿estará igual de vacía que yo? No logro entenderlo. Algún día me abriré en canal para ver si realmente hay algún botón de funcionamiento, que el mío está roto. Y ya de paso, reclamaré un cuerpo no tan deteriorado, no el mío que se cree viento.

4noviembre
 Si mi sonrisa está torcida... ¿Quiere decir que por dentro lo estoy?

6Noviembre
 Mira la lluvia, que está fuera y en realidad moja por dentro. Y a las hojas. ¿Se han caído o se han tirado?