Antes de opinar recuerda que tú has venido hasta aqui y que yo no te he invitado.

miércoles, 1 de marzo de 2017

.C.

Hacía mucho que no escribía por aquí, pero creo que esto merece una entrada.
Hoy renazco, me sacudo el polvo que descansa sobre mi y mojo la punta de mi pluma por Café. Café ha sido probablemente, junto a Perdi y Tommy, el animal más importante que se ha cruzado por mi camino. Perdi por mostrarme el fantástico e impresionante mundo animal. Tommy por apoyarme en todo, ser el eje fundamental de mi armadura, el mejor compañero para un tramo duro y necesario de pasar, por mostrarme que las relaciones con otras especies pueden llegar a ser mucho más importantes que las humanas. Y Café por abrirme el curiosísimo mundo de los exóticos. Café me enseñó muchísimo, cómo un animal tan pequeño puede tener tanto dentro. Sus ganas de comerse el mundo, su adorable amistad con Fibi, su fuerza por seguir adelante. Le rescatamos hace poco menos de un año, de unas condiciones nefastas, en un espacio enano junto a un montón de conejos, algunos muertos, otros con deditos amputados, las hembras embarazadas con bebés sin vida en su interior, sin comida, sin bebida, hundidos en sus heces y su pis... Y aún así, no dudó en agarrarse a la esperanza, con su dedito amputado, sus ojazos marrones y su tripona de bebe deseosa de llenarse.
Qué días más bonitos me has regalado, en el jardín al solecito, viéndote corretear feliz de contar con tanto espacio y aire fresco, en el sofá mientras veíamos Modern Family o en la cocina jugueteando con Fibi. 
Mil gracias Café, te quiero muchísimo, y ten por seguro que conmigo se queda una gran parte de ti. Que tu vida no se quede en el pasado, que gracias a ti muchos animalillos han pasado por mi casa y ahora viven felices con sus nuevas familias.
Sé que ahora, tan reciente, me cuesta mucho aceptarlo, ya se nota en mis mejillas. Pero también sé que tu recuerdo vendrá con sabor dulce y no amargo de tristeza. 
Estés donde estés, sigue a mi lado por favor.
Un abrazo eterno, peludín.