Antes de opinar recuerda que tú has venido hasta aqui y que yo no te he invitado.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Marrón naranja rojo amarillo

  Afino el oído y ya no oigo nada. Los perros no ladran, ahora duermen y dejan crecer su pelaje preparándose para lo que viene. Las hormigas corretean por el suelo ensanchando sus caminos para no chocarse, que hay prisas, la comida no debe escasear. Los caballos, en las montañas, dejan de soltar pelo y lo retienen, duermen más juntos y sonríen por dentro viendo las moscas morir. Un oso pardo, que nota las extinción pisando sus talones, aún habiendo conseguido escapar de la caza furtiva, busca con recelo un sitio cubierto donde dormir una larga temporada. Tal vez mañana salga a cazar, necesita grasa para sobrevivir este invierno. Los pájaros migran, ya han aprendido a volar. 
 Y las hojas, las hojas ven el viento a lo lejos y comienzan a despedirse de sus compañeras. Buscan el suelo ya. Suicidio o tropiezo.
 Y el viento, el viento sabe que le espero, sabe que le llevo esperando tres meses, sabe que debe azotar lo más fuerte posible mis ventanas, que yo, callada y con los ojos cerrados, bailo en silencio y por dentro al ritmo de sus silbidos. Sonrió también. 
  Ay otoño, lo que te he añorado.