Vuela. Vuela alto muy alto. Tanto, que te quedes sin respiración. Que no haya oxígeno ni aire ni color. Ni estrellas ni luz ni sombras. Vuela alto. Y cuando estés arriba, con ojos pero sin ojos, con vista pero sin ella. Vuelve. Vuelve también alto. Vuelve despacio y vuelve a gritos. Pero vuelve.
Ni kilómetros, ni océanos. Un montonazo es un montonazo.
Te quiero y lo que sigue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario